Cada vez más surge ChatGPT en las sesiones, ya sean individuales o las grupales.
Estamos viviendo con un exceso de información como nunca antes. A esto se le suma la posibilidad de preguntar, y preguntar hasta el cansancio. La inteligencia artificial ha entrado al grupo.
Lo que me gustaría que nos preguntemos es: ¿ChatGPT juega a favor o en contra de nuestro bienestar?
Creo que, como cualquier herramienta, puede ser buena si es usada correctamente, pero si la usamos mal la cosa cambia, y puede afectarnos. Te voy a contar dos ejemplos que surgieron en sesiones donde una fue usada de mejor manera que en la otra.
En una sesión grupal de embarazadas, una de las participantes expresó que estaba usando ChatGPT y que quería dejar de hacerlo porque le estaba generando más ansiedad y miedos que la ayuda que en realidad le daba. A su comentario, otra participante del grupo mencionó estar pasando por lo mismo, solo que aún no había detectado que le había disparado la ansiedad. Profundizando un poco en esto, estaban consultando sobre los síntomas e incluso revisando los resultados de los análisis que se habían hecho. El problema estaba en las respuestas: siempre decían desde que podía ser normal hasta que podía tratarse de algún problema. Adiviná: ¿de qué parte de esa respuesta se agarraba el cerebro de la embarazada? Exactamente, del posible problema.
La otra historia viene de la mano de una clienta que ya estaba bastante avanzada en su programa de estilo de vida holístico y comenzaba a sentir curiosidad por la espiritualidad. Un día vino a sesión y me dijo: “Le pregunté a ChatGPT cómo podía comenzar a desarrollar mi espiritualidad”. Me pareció genial la idea porque ella, proactivamente, fue a buscar ideas para empezar a hacer algo nuevo que desconocía. En sesión evaluamos las ideas, los pros y los contras para ella y creamos un plan de acción para que pudiera poner en práctica las que le resonaban más en ese momento.
Dos historias sobre el uso de la misma herramienta con focos y resultados totalmente distintos. Así que, en respuesta a la pregunta de si ChatGPT juega a favor o en contra de nuestro bienestar, la respuesta es: depende de cómo lo uses.
Antes de cerrar el post de hoy quiero mencionar algo que me parece realmente importante para el tema en cuestión. El CEO de ChatGPT, Sam Altman, reconoció que está sorprendido por el alto nivel de confianza que la gente tiene en ChatGPT, dado que debería ser una tecnología en la que no habría que confiar tanto, porque puede cometer errores o fabricar información. Si lo dice la persona que dirige la empresa dueña de ChatGPT, habrá que prestarle atención a esta información. (fuente)
Hasta la próxima 🙂
Jimena González
Health Coach


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